Que buena suerte la mia

Cuando comencé en mi nuevo trabajo no sabía ni cómo actuar, con decir que no entendía muy bien el contador y detector de billetes falsos, y es que trabajar en un banco parece más fácil de lo que es, es un trabajo de mucha responsabilidad y yo en un principio creí que no estaba preparada para desempeñar ese trabajo.

Cuando termine de estudiar administrativo pensé que acabaría trabajando llevando el papeleo de cualquier oficina, haciendo facturas y nominas para alguna constructora o incluso llegué a pensar que no encontraría trabajo. Y mírame, trabajando en una sucursal de cara al público, en la ventanilla de cobros y pagos. Toda una responsabilidad, me moría de vergüenza cada vez que tenía que atender a algún conocido, sobre todo a las amigas de mi madre que me trataban como si todavía fuera una niña con coletas.

En alguna ocasión he tenido que volver a repetir las operaciones que estaba haciendo porque me he despistado con algo y ante la duda de equivocarme he vuelto a empezar. Esto me pasaba nada más empezar a trabajar. Empecé a trabajar casi de casualidad, una de las señoras que trabajaban en el banco estaba esperando un hijo y al coger la baja me llamaron a mí para suplirla en el tiempo que se quedaría de baja. Al final solicitó una excedencia porque dio a luz gemelos y no tuvo suficiente con los cuatro meses de baja por maternidad. Así que ya llevo aquí un año, cuento con poder quedarme porque creo que todos están contentos con mi trabajo y hay un señor que está a punto de jubilarse, así que lo más probable es que me ofrezcan quedarme. Ojala, lo deseo de corazón porque estoy muy a gusto aquí, tengo un horario fantástico con todas las tardes libres para ir al gimnasio, salir de compras o simplemente descansar, los compañeros me tratan muy bien y me siento querida, soy la más joven de la plantilla así que todos me enseñan algo, y lo mejor de todo es que me pilla al ladito de casa por lo que no tengo que gastar en gasolina, o en transporte, una gozada de trabajo que la verdad me vino como caído del cielo. Espero me dure mucho y no equivocarme porque un fallo en una sucursal puede salir muy cara. Toda la vida preparándome para un trabajo así. Qué buena suerte la mía.